La estrella de la telerrealidad Kim Kardashian confesó que se sintió una “fracasada” y una “perdedora”, y no dudaba en culparse a sí misma del divorcio luego de siete años de matrimonio y cuatro hijos con el rapero Kanye West.
Así lo reveló en el último episodio de ‘Keeping Up With The Kardashians’, grabado a finales del año pasado.
La celebridad rompe a llorar en medio de un momento de desahogo con sus hermanas, en el que reflexiona sobre la imposibilidad de estar a la altura de esta situación como esposa del exitoso músico, reseña la revista Quién.
Según Kim, este se merece a una compañera de vida que pueda adaptarse a su intenso ritmo de trabajo y, sobre todo, de desplazamientos por todo el mundo.
“Sinceramente, no puedo seguir haciendo esto. ¿Por qué sigo aquí, en este lugar en el que llevo estancada tantos años? Es que él no para de moverse y de viajar, todos los años cambia de estado. Y yo quiero que estemos juntos para criar a nuestros hijos, ¿sabes? Él es un padre fabuloso, está haciendo un trabajo extraordinario”, asegura la empresaria en un momento concreto de su conversación con su hermana menor Khloé.
“Me siento como una … fracasada, es que este es el tercer matrimonio que se me va a la … Soy una maldita perdedora, pero no tengo que pensar en eso, solo quiero y debo ser feliz”, sentencia en la escena más dramática del citado capítulo.
En febrero del 2021 anunciaron su separación formal luego de meses de rumores.
El documento, fechado el 19 de febrero, señala que los dos tienen un acuerdo prenupcial y, según él, mantuvieron sus propiedades separadas durante todo el matrimonio.
La abogada Laura Wasser se encarga de los trámites del divorcio. Ella representa a estrellas como Angelina Jolie, Britney Spears y Johnny Depp.
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