Julio Iglesias salió de su zona de confort para salir de nuevo al frente de los comentarios que lo colocan en un estado deteriorado de salud que él niega y, por el contrario, proclama lo bien que está y los planes inmediatos que tiene de salir a girar.
“Yo estoy mucho mejor de lo que oigo por ahí. Mira, cada vez que leo cómo estoy me asusto porque como me han matado quince o veinte veces, no sé cómo sobrevivo. Estoy, como diría un buen gallego, del carajo”, expresó Iglesias.
Luego agregó: “Fíjate si estoy bien que voy a empezar a cantar dentro de tres o cuatro meses, si Dios quiere, o sea, que estoy perfecto”.
Iglesias, de 78 años, habló sobre el tema al conversar con Pepe Domingo Castaño con motivo del libro que acaba de publicar, que lleva por título ‘Hasta que se me acaben las palabras’, cuyo prólogo ha escrito el cantante nacido en Madrid el 23 de septiembre de 1943.
El artista español aprovechó el momento para aclarar sobre unas fotos en las que aparecía en agosto de 2020 caminando con la ayuda de dos personas.
“Había tenido una rotura de la tibia y el peroné y había estado con la pierna para arriba dos meses y estaba flacucho, estaba hecho una mierda, pero se pasó, estoy bien ya, perfectamente bien”, aseguró.
Iglesias ha sido un ejemplo de superación, luego que un accidente casi fatal frustró sus planes de ser futbolista profesional.
“En realidad, mi vida ha sido un milagro”, ha dicho Iglesias al recordar cómo pasó “meses y meses” en cama sin poder moverse, y entonces requirió de bastones para caminar por más de dos años.
El “mágico” accidente _ como lo llama hoy _ le robó la fuerza física y la vida que conocía, pero también le proporcionó mayor conciencia sobre las dificultades de otros y lo ayudó a aprender a luchar, a escuchar, a mirar a la gente a los ojos. “Miras diferente la vida, y aprendes a vivir otra vez”, dice Iglesias.
También lo puso en el camino de la música. Mientras Iglesias tenía problemas para mover los brazos y los dedos, el practicante de su padre médico le obsequió una vieja guitarra que tenía.
“Aprendí cinco o seis armonías, no te creas que aprendí mucho más, porque no podía mover los dedos con tanta velocidad. Por eso mis primeras canciones tienen dos o tres armonías”, rememora el cantante entre risas.
Pero esos pocos acordes bastaron para lanzar una carrera impresionante. Iglesias, quien también estudió derecho, debutó en 1969 con el álbum “Yo canto” y llegó a convertirse en uno de los artistas más exitosos del mundo, con más de 250 millones de discos en 14 idiomas vendidos. Ha recibido reconocimientos que incluyen la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de España, el título de caballero de Legión de Honor de Francia y, a principios de este año, el Premio a la Trayectoria en los Grammy.
“Me costaba todo mucho más trabajo, me costaba todo mucho más esfuerzo. Entonces llegué a entender que la única base que sustentaba mi futuro era la disciplina. Y la disciplina la mantengo hoy con 75 años”, asegura.
“Es decir, el salir al escenario a cantar es un acto de disciplina y de pasión absoluta. La pasión es natural, pero la disciplina es voluntad, es una cosa que no se aprende, se tiene”.
Al responder de qué se arrepienta en la vida, afirma que “de no haber aprovechado mejor el tiempo, la solidez del tiempo, la intención del tiempo. Por eso no me gusta tanto dormirme ya. Si yo iba a saber que iba a ser músico a los 20 años pues hubiera entrado en el piano, hubiera entrado más en la guitarra, hubiera perfeccionado lo que es la música para saber más de la música”.
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